Desde Níger, Níiiiiiiger. Es un país propio, con su capital (Niamey), su liga de fútbol y todo lo demás. Bueno, casi todo..pero eso lo iré desgranando poco a poco, que da más morbo..

jueves, 22 de noviembre de 2012

Misiones domésticas

Mientras espero La Llamada, desde hace tres días me dedico al (des)empleo del hogar. La primera misión ha durado tres días y ha consistido en recorrer de arriba abajo las distintas compañías proveedoras de agua, luz e internet. Todo muy rollo kafkiano pero peor y a 40 grados a la sombra.
La segunda consiste en deshacer las maletas y distribuir mis escasos enseres por toda la casa. Después de pasar años compartiendo piso y habitación, se hace raro tener una Casa, con habitación de invitados y todo.
No lo he comentado antes, pero aquí no existe el concepto apartamento: la ciudad entera vive en la misma planta. La mayoría de la gente construye casas de un piso, y deja los cimientos preparados para construir el segundo en el futuro, cuando dispongan de los recursos necesarios, y así sucesivamente. Sólo que nadie los tiene y todo la ciudad se ha quedado a medio construir..

Eso sí, toooodas tienen un guardia, o como se llame a los que tienen por oficio plantarse en la puerta con el grupo de colegas, para beber té y vigilar que no entren los bandits (todo el mundo dice que la ciudad está llena pero yo todavía no he visto ninguno), o echarse a dormir.  

Nuestra casa venía con el pack: guardia de día, de noche y de fin de semana..y su salario equivale al del alquiler de la choza. Intentamos hacerles comprender que no necesitamos guardias, que nuestros amigos se parecen mucho a lo que ellos consideran como bandits, y que en caso de venir los malos de verdad, un maromo sobao’ en la puerta no les va a echar pa’atrás, pero ellos ni caso.. 

Está mal visto no tener guardia, sobre todo siendo Anasara (dícese del individuo que tiene la piel roja o de color claro), porque aunque no disuadan de entrar en casa ni a las moscas, es una manera de contribuir a la economía (informal) del país. Ja.

Y aquí viene la tercera misión. Tú intentas ir de progre y decirles que se vayan a su casa, y los tíos te contestan que “oui, madame, pas de problème” y se quedan en su sitio. Insistes unas cuantas veces: "Non, mais c'est bon, tu peux par-tiiiiir" pero ellos erre que erre "oui, madame, pas de pro-blèee-me".  Lo único que he conseguido es que, al cabo de un rato, me inviten a sentarme con ellos y me pasen el té..


P.d.: Todo esto para decir que ya podéis ir buscando información sobre vacunas contra la fiebre amarilla, el tétanos, la malaria -contra esto no hay, pero sé que sois unos osados ;-) y otras enfermedades chungas de la región, para preparar unas calurosas vacaciones en Niamey. Pero sin playa, vaya vaya..


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