Un contrato indefinido es como un Unattended False Objective. Crees que lo quieres, luchas por uno, y cuando lo ves de cerca, uy qué miedo.
Acojona tanto que, después de pensarlo detenidamente (yo¿?¿!), he recogido mis bártulos y, tras una breve discusión, he renunciado a la abducción americana. Breve discusión es un eufemismo para granbroncaconportazoincluido..todavía me duele la cabeza de los gritos que me han dado y el portazo con el que me he largado. En un estado entre la resaca post-discusión y la plena satisfacción, he cambiado de ocupación y de barrio. Y me ha sentado fenomenal.
Porque hay truco, claro. Gracias a un encuentro fortuito que me informó de otra oportunidad, y a días, meses y años de preparación curricular, espero la confirmación de otra oferta laboral en la que me pueda meter, esta vez sin miedo, con los dos pies. Inch Allah!
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